Elena Rosell:
La mejor piloto española de la historia nació en Valencia, a rebufo de la tradición familiar, siempre ligada a las motos. Su hermano Enrique competía en 125 GP cuando ella contaba sólo nueve años. Su padre, Emiliano, electricista de profesión, hacía las veces de mecánico en las carreras del primogénito, siempre con Elena debajo del brazo.
Su primera moto fue una Aprilia RS 50 cedida por el circuito de Valencia, si bien en el paddock y los viales, mientras su hermano competía, trasteaba con todo vehículo de dos ruedas a su alcance. Entre los boxes nació la pasión de la menor de los Rosell por las dos ruedas, que nunca dejó de insistir hasta que convenció a sus padres para subirse a una moto.
Pero en la vida de Elena Rosell hay mucho más que motocicletas. Siempre persuadida por los deportes de aventura y cierto riesgo, con siete años empezó a practicar Taekwondo, para después pasarse al Badminton. A la edad de trece encontró otro sumidero de emociones que la engancharía, el triatlón, práctica multidisciplinar en la que apuntaba maneras, cosechando buenos resultados. Por si acaso, las rodillas dijeron basta, lo que obligó a la de Manises a tomárselo con calma. Hoy en día la propia Elena reconoce que, de alguna forma, sigue ligada a este deporte, al que recurre como entrenamiento de preparación para la moto.
En los estudios siempre fue una alumna aplicada. Responsable, obtenía buenas notas en la escuela, por lo que sus padres no encontraban inconveniente en que faltara a clase de vez en cuando para ir con su hermano a las carreras.
Terminó la selectividad con resultados notables y puso sus miras en la ingeniería industrial, pero no encontró plaza en la Universidad Politécnica. Ante la tesitura de salir a estudiar fuera de la costa mediterránea, la balanza se inclinaría por el olor a asfalto y gomas de los circuitos.
Su trabajada constitución física no es fruto de la casualidad. Elena tiene el título de socorrista y es preparador físico. Practica senderismo y esquí y le va la marcha en bicicleta en forma de travesías BTT de larga duración. Actualmente estudia dietética y nutrición para sacar el máximo partido a sus posibilidades.
En lo personal, le gusta leer e ir al cine, arte del que se declara ferviente admiradora. Sus preferencias están en los géneros de comedia, acción y thriller. Musicalmente se decanta por el pop rock. Reconoce que le gustaría viajar sin las exigencias propias de la competición y que Australia y Canadá son sus dos grandes pasiones. Su color favorito es el verde turquesa, matiz que le recuerda a los encantos del mar de su Valencia natal.